Unidad de cinta: por qué se llega al final de la cinta

Si utilizáis unidades de cinta para almacenar datos y copias de seguridad, probablemente os habréis encontrado con el problema de llegar al final de la cinta.

Y tal vez tengáis problemas para entender por qué se ha llegado hasta el final de una cinta que aparentemente es mucho más grande que el espacio ocupado por los datos copiados.

La capacidad de una cinta no es una medida exacta y disminuye con el tiempo. Veamos por qué elementos se ve afectada.

Capacidad de la cinta y compresión de los datos

Existe una gran confusión sobre la capacidad nominal de las cintas y la capacidad real. Esto se debe al hecho de que los fabricantes indican en la caja de la cinta la capacidad máxima que se puede alcanzar con una relación de compresión de 2:1. En otras palabras, se supone que 800 GB de datos pueden caber en una cinta con capacidad fà­sica de 400 GB.

Este escenario es demasiado optimista, y hay que tener en cuenta que la mayorà­a de los formatos de datos actuales, como el .docx, .png o .jpeg, ya están comprimidos, por lo que estos archivos no ofrecen ningún beneficio con la compresión, incluso podrà­a producirse un ligero aumento del espacio ocupado. Además, los diversos algoritmos de compresión producen resultados diferentes según los datos sobre los que operen.

La capacidad óptima de una cinta, considerada por nosotros como la capacidad máxima razonable, puede calcularse aplicando una relación de compresión de 1.2:1 o 1.3:1 a la capacidad fà­sica de la cinta.

Flujo de datos

Para poder escribir eficientemente los datos en la cinta, la unidad debe recibir un flujo rápido y constante de datos. Las unidades escriben los datos en «lotes» denominados frames y, cuando se interrumpe el flujo, llenan los vacà­os con ceros, desperdiciando la capacidad de la cinta.

Los cuellos de botella o configuraciones incorrectas del hardware o de la red pueden aumentar la capacidad desperdiciada.

Errores de escritura

Cuando la unidad de cinta detecta errores de escritura, tiene que volver a escribir los datos que se han visto afectados. Las cintas viejas y gastadas, los cabezales de lectura-escritura sucios o los discos con problemas pueden consumir la mayor parte de la capacidad.

Es importante limpiar regularmente los cabezales para mantener una capacidad óptima.

Qué hacer cuando se llega al final de la cinta

En primer lugar, es necesario verificar la capacidad real de la cinta. Si deseáis guardar 600 GB de datos en una cinta LTO3 con una capacidad fà­sica de 400 GB, no hay mucho que hacer, será necesario dividir los archivos de datos en varias cintas.

Comprobad también el estado de la unidad de cinta y del casete utilizando el software de mantenimiento del fabricante. Por ejemplo, HP pone a disposición de forma gratuita su HP Library and Tape Tools. Aprovechad la oportunidad para limpiar los cabezales de la unidad.

Si el problema persiste, analizad la consistencia del flujo de datos entre los discos y la unidad de cinta. Al disminuir la carga del almacenamiento y del hardware de red, puede producirse un desperdicio de la capacidad durante la escritura.

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